domingo, 25 de abril de 2021

Una "oposición" a la medida de la dictadura.

Las persecuciones a cualquier actividad que el régimen ortega-murillo considere una amenaza aparentemente están lejos de cesar. La represión no ha parado ni un solo día, quedando los derechos fundamentales como la libertad de expresión y movilización vulnerados de la manera más grotesca vista en las últimas décadas.

Pensar que un grupo de personas va a poder reunirse en un lugar céntrico para abordar la tan perseguida temática, parece un sueño inalcanzable y un eminente peligro ante la realidad que el país vive.

Ante tanta hostilidad estatal y un pasado que nos recuerda las prácticas desleales de las élites políticas, resulta curiosa la dinámica en que los grupos que integran la extinta Alianza Cívica y que en la actualidad delegan su participación política al partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), puedan festejar una campaña electoral de la forma en que todas y todos nos merecemos.

En la reciente conmemoración del tercer aniversario de la organización juvenil Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), se pudo ver el desborde de un buen patrocinio económico, en el que la mano del gran capital nicaragüense y ex socio de la dinastía ortega murillo estuvo implícitamente presente.

Por tanto, es de sobra sabido que el bloque que ahora maneja el virtual partido de oposición (CxL) se sostiene por el capital que aporta la oligarquía que conforma al COSEP. No obstante, llama seriamente la atención el discurso de los integrantes de dicha organización juvenil, no en sus alocuciones trilladas y carentes de práctica, sino en el llamado que hacen de ir a votar.

Con las recientes reformas que el régimen promulgó, prácticamente imposibilita la realización de los esperados comicios. Esto generó un rechazo popular, llegando a un consenso colectivo entre las agrupaciones opositoras y sociales acerca de la inexistente voluntad de la dictadura de convocar a un proceso electoral verdadero.

La primera reacción de la representante del denominado partido de oposición al conocer sobre dichas reformas, fue de aparente rechazo. Tal reacción careció por sí de credibilidad, dado el historial de dicho partido, el cual deliberadamente participó en todos los circos electores montados por el régimen.

Con las declaraciones hechas por Max Jerez, presidente de la agrupación juvenil, se dilucida la voluntad de esta alianza y las cosas van cayendo por su propio peso, pues en pocas palabras, están preparando el terreno de cara a la población para participar ante unos ficticios comicios, hechos a la medida de ortega y murillo.

No es de extrañarse si doña Kitty, desempolva el argumento de ir al circo de noviembre “para que no les quiten su casilla y personería jurídica”, de la manera en que lo hace el PLC, partido conservador y demás criaturas de la creación de El Carmen.


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